¿QUÉ PASÓ EN EL COLL DE LLI? – 4 (El regreso de Negrín)
En entradas anteriores quedó claro la baraúnda que se acumuló en el coll de Lli aquella mañana del domingo 5 de febrero de 1939. Pasaron unos, pasaron los otros, autoridades, comitivas, parientes y rémoras varias, y también cientos de escoltas. Los nervios a flor de piel.
Después del desajuste entre las dos salidas, ya mencionado, hubo también un primer encontronazo en la línea fronteriza, como nos explica Josep Benet[i], citando a Xavier Febrés. Traduzco del catalán:
“El comandante Escofet, al frente de su gente, unos setecientos mossos (atención a la cifra), se dirigió a La Vajol y al llegar al kilómetro 8, siguieron por un camino de cabras, que ocuparon militarmente para asegurar el paso de las personas que Companys les había confiado. Antes de llegar a la cima (se supone el coll de Lli, o el de la Manrella), un grupo de carabineros, mandado por un sargento, les interceptó el paso. Escofet puso en su conocimiento que tenía órdenes y que estaba dispuesto a utilizar la fuerza, si era preciso, y le dijo: “Usted ha cumplido con su deber, sargento, ahora sepárese del camino y déjelo expedito”. El sargento se retiró con un “A sus órdenes”, y los mossos pasaron”.
De este breve texto proviene mi idea de que los mossos (700 son fácilmente detectables) quizá podrían haber pasado por el coll de la Manrella, con acompañantes de Companys y Aguirre. O, también es posible, llegaron al paso fronterizo después del paso de la comitiva de la República (ver los horarios sugeridos en la entrada anterior).
Por su parte, algunas descripciones de la expedición que les precedió, con Azaña y Negrín, también dejan relucir tensiones, tanto por la dificultad de la parte del camino que tuvieron que hacer a pie, como por la insistencia de Negrín en que el presidente Azaña, desde Francia, regresara a la zona Centro, donde aún se combatía contra Franco. Nos lo cuenta don Manuel:
“Me preguntó (el presidente del Consejo, Negrín) si yo estaba dispuesto a ir también al centro.
—Resueltamente, no —le contesté—. Aparecer yo en la zona central sería prestar valor y aprobación a los propósitos de resistencia y de prolongar la guerra, que desapruebo. Estaré aquí (en La Vajol) hasta que el Gobierno acuerde que me vaya. Pero si cruzo la frontera, no se puede contar conmigo para nada, como no sea para hacer la paz. De ningún modo y en ningún caso para volver a España.
—El Gobierno —repuso Negrín— cubre la decisión del señor Presidente. Publicaremos una nota diciendo que el señor Presidente se ha ido a Francia, de acuerdo con el Gobierno, y que más adelante, cuando parezca oportuno, el señor Presidente podrá ir a Madrid.
—Publique usted las notas que guste, si le parecen útiles. Pero con notas o sin notas, insisto en mi resolución, por el motivo que he dicho. No vuelvo a España.”
Al pobre presidente de la República le esperaban aún más penalidades. Al hacer el camino a pie, aún de subida, sigue narrando:
“Ya en lo alto, apenas clareaba, los bultos de los carabineros, cuadrados con mucho respeto, nos vieron pasar. El descenso, por una barrancada cubierta de hielo, fue difícil. Martínez Barrio se cayó y lastimó. También se cayeron Giral, Riaño y otros. No me pasó nada. De algo habría de servirme la práctica de andarín. En Les Illes, Negrín se despidió de todos y no he vuelto a verle más”.
De ahí podemos verificar que: los carabineros estaban allí, aún no habían llegado los mossos; pasaron entre 7 y 8 de la mañana, al “clarear” a primeros de febrero.
En cualquier caso, llegados a Les Illes, se rindió a Azaña algún tipo de honor protocolario, después del cuál, Juan Negrín regresó a España. El Presidente no pudo seguir su viaje al tener que esperar la llegada de una autoridad francesa que lo autorizase, una más de las vejaciones sufridas.
El presidente del Consejo, a su vuelta, se cruzó con la comitiva de Companys y Aguirre. El propio Negrín nos lo refiere:
“Lo que no podía esperarme es que a mi regreso fuese a tropezar con Aguirre y Companys. Los más sorprendidos han sido, naturalmente ellos, que han debido sospechar que yo abandonaba el territorio nacional sin notificarles mi decisión. El juego de palabras ha sido precioso. Se han ofrecido a regresar a España conmigo, pero me he negado. Ausentes de Cataluña, tengo una preocupación menos”[ii].
Un fiel reflejo de la tensión y las deterioradas relaciones entre los gobiernos central y autonómico, a las que no era ajena la entrega de todo, o casi todo, el capital perteneciente a la Generalitat de Cataluña, a la República española, como veremos en la próxima entrega.
Pero los avatares de Negrín no finalizan ahí. Aunque parezca ficción, con las tropas franquistas ya en Gerona, y a las puertas de Figueras, donde entraron el día 8, Negrín tuvo tiempo aún de asistir a la boda de su hijo. ¡Sí, a una boda! El suceso merece como mínimo unos párrafos.
Rosita Díaz[iii] Barbero, era una actriz de renombre ya antes del levantamiento militar, que mantenía relaciones con el hijo del que sería luego presidente del Consejo. Al estallar la contienda, se hallaba en Córdoba, rodando El genio alegre, producida por Cifesa, siendo el galán un falangista de pro, Fernando Fernández de Córdoba, quién al saber de la relación, la delató, siendo encarcelada (con incluso un falso anuncio de fusilamiento, como se puede ver en la imagen[iv]). Canjeada por prisioneros franquistas (se rumorea que por el propio Serrano Suñer), pudo ir a Francia y de allí a Hollywood, donde rodó La vida bohemia, regresando a España poco antes de su boda.
Por su parte, Juan Negrín Mijailov había nacido en Leipzig el 22 de noviembre de 1914. Sus padres se habían casado en la misma ciudad, en la que el futuro político perfeccionaba sus estudios. El 9 de febrero. estaba por la zona al habérsele encargado de la construcción del refugio[v] para la custodia de las obras de arte del Prado y otros tesoros escondidos en unas minas cercanas a La Vajol. Pasados al exilio, y habiendo dado el apellido al hijo que ella tenía, se desplazaron a Estados Unidos, donde ella siguió rodando películas.
Negrín volvió a pasar la frontera el 9 de febrero, después de haberse ocupado de la boda y también de la salvación del fondo del Museo del Prado. Imaginamos las dificultades del momento, con ametrallamientos constantes, emboscados y tropas desmoralizadas, y con el aliento de los franquistas en el cogote, como demuestra la cita de la misma fecha que nos ofrece un catalán falangista, José María Fontana[vi] (no confundir con el insigne historiador), fundador de las JONS:
“El día 9 de febrero dijo así el parte de guerra:
Cuartel General del Generalísimo: Avance del parte de operaciones correspondiente al día de hoy.-
Hoy ha proseguido nuestro victorioso avance en Catalunya, y a las doce horas y quince minutos las tropas españolas llegaron a la frontera francesa.
Se tienen noticias de haberse ocupado San Juan de las Abadesas y otros muchos pueblos y posiciones y de que nuestras columnas han logrado alcanzar gran profundidad…
Salamanca, 9 de febrero de 1939.- III Año Triunfal. De orden de S. E.- El general jefe de Estado Mayor, FRANCISCO MARTÍN MORENO”.
Como colofón, ofrezco el visionado (1′) del segundo paso de Negrín por la frontera, en Le Perthus, el 9 de febrero[vii]. Llamo la atención en el típico lenguaje franquista del narrador.
Luego, el presidente del Consejo, Juan Negrín, empecinado en seguir la guerra, se desplazó a Toulouse, desde donde regresó a Alicante, para salir definitivamente de España[viii], desde el aeródromo de El Fondó, cercano a Elda, el 6 de marzo, a las 2 de la tarde, en un avión Douglas DC2 de nuevo en dirección a la ciudad francesa. (situación perfectamente descrita por Max Aub en el 5º volumen de su Laberinto mágico: “Campo del moro”).
PRÓXIMO CAPÍTULO: El vil metal.
PESQUISAS PRECEDENTES:
¿Qué pasó en el coll de Lli?-1 (A pie o en coche)
¿Qué pasó en el coll de Lli?-2(Un montón de gente)
¿Qué pasó en el coll de Lli?-3 (En punto)
[i] BENET, Josep. (2005) Exili i mort del president Companys. Barcelona, Sàpiens publicacions. Pág. 45, citando: FEBRÉS, Xavier. (1979) Frederic Escofet, l’últim exiliat. Barcelona, Pòrtic. Página 207
[ii] ZUGAZAGOITIA, Julián. (1968). Guerra y vicisitudes de los españoles. París, Librería española. Pág.228.
[iii] https://javierbarreiro.wordpress.com/2015/04/13/rosita-diaz-gimeno-una-identidad-revisable/
[iv] Titular del diario Avance, en: https://www.elsaltodiario.com/memoria-historica/cuando-los-nacionales-fusilaron-a-rosita-diaz-gimeno-la-sonrisa-de-la-republica
[v] https://www.eldiario.es/catalunya/Mina-Vajol-enigmatico-Republica-Guerra_0_989701761.html
[vi] FONTANA, José María. (2005) Los catalanes en la guerra de España. Madrid. Ed. Grafite. Página 335.
[vii] Fragmento del Noticiario español, 15 en: La guerra filmada. Madrid, Filmoteca española. DVD 4.
[viii] https://www.diarioinformacion.com/alicante/2019/03/28/ultimo-resistencia-negrin/2132083.html
Mi tío Guardia de Asalto y escolta de J.Negrin, lo acompañó como minimo a la frontera , formaba parte de la escolta motorizada. Quedando exonerado de sus obligaciones una vez en territorio francés….ahi se pudo refugiar hasta los años 60 que pudo volver ( de vacaciones)
Está muy currado,solo un detalle ,Negrín paso a Francia a pie porque se encalló en Coll de lli el coche de Martínez barrio taponando el camino hasta el puerto ,hasta Negrín se llenó de barro al intentar. Sacar el coche del atolladero.entonces Lo dejaron por imposible y siguieron a pie (Martínez barrio arrancó la banderita del coche ,que hoy se conserva en su museo).lo que no se es si companys llegó al puerto a pie o en coche,ya que estaba bloqueado el camino.tambien puedes buscar sobre el tesoro enterrado en el Coll de lli del 7 camión de la mina que nunca llegó a francia y sigue estando escondido en ese tramo .
Malgrat que no acostumo a llegir res sobre la guerra civil, ja que em produeix una tristor que em fa impossible concentrar-me en la lectura, avui m’he llegit els quatre lliuraments que has fet sobre la sortida al final de la guerra, del país dels presidents d’Espanya, Catalunya i Euskadi i totes les seves comitives.
Veig que has fet, o estàs fent, un treball de recerca i investigació molt important per descriure aquesta part de la història de la qual no en sabia pràcticament res i que, confesso, m’ha atrapat i ja estic esperant els pròxims capítols per saber què se’n va fer d’ells?, on van anar a parar? I els seus acompanyants i escortes? Com els van tractar les autoritats franceses?
Gràcies Antoni, espero els teus pròxims lliuraments.
Antoni Roure