¿QUÉ PASÓ EN EL COLL DE LLI? – 5 (El vil metal)
¿Qué podía valer una tortilla (sería a la francesa) en la fonda El Trabucaire, de Les Illes, Francia, a principios de febrero de 1939? Supongo que poco[i]. Alrededor de 1FF/huevo, o sea que podría estar entre 3 y 5 FF, contando el pan y la copita de vino. ¿Tomó Companys después café? Como hemos visto en entregas anteriores, la caminata, la angustia, la hora, pueden sugerir un apetito que el presidente de la Generalitat intentó saciar con una tortilla. Cuenta la leyenda que[ii]:
“Els Trabucaires, la fonda del pequeño pueblo francés de Les Illes, donde llegó el presidente Companys durante el exilio. Companys se comió una tortilla, gratis por qué no disponía de dinero para pagarla”.
Dicen que fue Aguirre, más previsor, quién corrió con el gasto.
¿Cómo era posible tal miseria? Negrín exigió a la Generalitat la entrega de todos sus fondos, con el acuerdo de sufragar la ayuda a los exiliados catalanes. Bien es verdad que en 1936, Tarradellas había confiscado todos los fondos existentes en el Banco de España en las delegaciones sitas en Cataluña[iii]. En cualquier caso, como apunta Josep Andreu Abelló[iv]
“Negrín dio a entender (a Companys) que no tenían más remedio que entregarle los bienes de la Generalitat porqué el control de los carabineros de la frontera -notoriamente fieles a Negrín- y el Ejército republicano estaban bajo sus órdenes. Tarradellas se opuso pero Companys accedió con el compromiso de que la Generalitat tuviera una participación en su administración; el acuerdo, sin embargo, no se cumplió”.
Imaginemos por un momento la situación que a continuación describo, con las tropas franquistas avanzando y los republicanos reculando hacia Francia, mientras corriendo de aquí para allá, se iban entregando partidas de joyas, lingotes y monedas. Veamos la cronología[v] y las entregas efectuadas por la Generalitat a la República española, que después analizaremos un poco.
Hasta 9.11.1938: 34.594,5 títulos de valores de cotización internacional, al Banco de España
16.11.1938: Fin de la Batalla del Ebro.
23.12.1938: Cede el Frente del Segre.
10/31.12.1938: 270 lingotes de plata al Banco de España
15.1.1939: Caída de Tarragona.
24.1.1939: 699 lingotes de plata al Banco de España
23.1/2.2.1939: 73 cajas con “joyas, perlas, metales preciosos y divisas, recibidos por la Generalitat procedentes de organismos públicos, banca, particulares, partidos políticos y sindicatos”.
26.1.1939: Caída de Barcelona (gobiernos hacia Figueres).
29.1.1939: Divisas en posesión de la Generalitat al Tesoro de la República (liras del Vaticano, Reichmarks, libras esterlinas, dólares, etc.)
30.1.1939: 59 sacos con monedas, procedentes de la Caja de Depósitos y Consignaciones de la Generalitat, por un valor total de 229.699,50 pesetas. + 103,707 kgs. En pes bruto, de plata en lingotes de diversos pesos y medidas y en monedas extranjeras, recibido por la Generalitat de particulares. Al Tesoro Púbico.
1.2.1939 (22:30h): Última sesión de las Cortes de la República en Figueres.
2.2.1939: 4 cajas y un saco que contienen 443.053,805 pesetas oro.
+ 449 monedas de oro de valor numismático.
+ aproximadamente, kgs 83,871.812 de oro fino, recibidos por la Generalitat de organismos públicos, políticos, sindicatos y particulares, al Tesoro Público.
+ Una olla de cobre conteniendo bisutería diversa, con un peso bruto de 28,800 kgs. recibida por la Generalitat de organismos públicos, partidos políticos, sindicatos y particulares.
4.2.1939: Caída de Gerona.
5.2.1939: Paso de Azaña, Negrín, Companys y Aguirre por el coll de Lli. / Retorno de Negrín.
9.2.1939: Caída de Figueres. / Se promulga la ley de Responsabilidades Políticas.
9.2.1939: Negrín vuelve a pasar a Francia, para después ir a Alicante.
10.2.1939: Las tropas franquistas alcanzan la frontera francesa.
22.2.1939: Ingreso en el Banco de España en París de 10.692.763 pesetas, remanente de diferentes operaciones de tesorería de la Generalitat, la Comisión de Industrias de guerra y el Servicio de Divisas, Valores y Metales preciosos.
A todo ello se deben añadir los bombardeos continuos, los rifirrafes entre mandatarios, cambios constantes de ubicación y toda clase de penalidades. Me llama la atención el destino de “una olla” llena de bisutería. ¿Se hiló tan fino? ¿No quedó ni para pagar una tortilla? Nos dice Francisco Olaya[vi]:
“En 1938 había en París una Comissió de compres del Govern de la Generalitat y una Oficina de la Generalitat. Al frente de la segunda, en calidad de director, estaba Nicolás María Rubio Tudurí, hijo del ingeniero Rubio Vallvé, potentado financiero catalán. Pero la actividad de una y otra, si es que tuvieron alguna, se ha mantenido en el más estricto secreto, hasta el extremo de que no nos ha sido posible localizar ninguna documentación”.
Desde luego, rumores y sospechas de fondos adicionales no faltan. Hemos de tener en cuenta que según algunos autores, durante la guerra, compraba armas todo quisque, desde la República a las autonomías e incluso partidos y sindicatos, cada uno por su cuenta. ¿No quedaba nada en algún banco, o debajo de algún colchón, de las cantidades manejadas hasta entonces?
Ironías aparte, parece cierto que Companys quedó abandonado por las diferentes opciones políticas, incluso las propias. Cuenta Víctor Castells[vii]:
El presidente Companys se instaló en Paris en condiciones muy poco favorables, a pesar de la buena disposición que pudiera haber entre algunos amigos políticos, en especial occitanos… Para poder subsistir i estructurar mínimamente una cierta presencia política, tuvo que contar -con lo que ello comporta de condicionantes y supeditación- con los políticos catalanes que estaban más en contacto con los propiamente españoles, que disponían del dinero de la República.
También es muy ilustrativa la cita encontrada en las memorias de García Oliver[viii]. sobre una conversación que tuvo con Lluís Companys:
De Azaña, como de mí, se abusó excesivamente. Todos querían manejarnos a su antojo, no al servicio de España o de Cataluña, sino de sus partidos y organizaciones. Aspiro ya a ser independiente. Y poder dedicarme a los míos. En Bélgica tengo un hijo en un sanatorio, muy enfermo, el pobre hijo mío. Ellos, mi mujer y mi hijo necesitan de mí, como hombre, como padre. Precisamente estoy viendo de arreglar la ida de todos a Nueva Zelanda, lejos de todo lo que fueron afanes de patria y amigos.
En los medios catalanes del exilio, era dolorosa la comparación con el gobierno de Euzkadi, que contaba con una infraestructura sólida y transferencias económicas regulares por parte de la República. Companys llega a preguntar a Lluís Nicolau d’Olwer, catalán y presidente de la JARE[ix]:
“¿No es posible obtener un préstamo de los vascos para gastos iniciales de 500.000 francos, a devolver con las aportaciones del Gobierno de la República o de las subvenciones y con la garantía moral de unas personalidades catalanas?”
Al respecto, y para ilustrar la dinámica vasca (que no olvidemos, hacía año y medio que habían perdido su territorio y en su mayoría estaban refugiados en Cataluña), citaré el testimonio del comunista vasco Cecilio Arregui[x]:
“Me dirigí al hotel Sala (donde se había instalado la Delegación del Gobierno Vasco en Perpiñán, dirigida por Lucio Arechabaleta). Hasta saber algo concreto de las familias nos tenían acogidos en el hotel. La delegación corría con todos los gastos, pagaban el viaje hasta la localidad donde se encontraban. Un delegado acompañaba al grupo a la estación, y sacaba el billete, que entregaba a cada uno para su destino. Si era lejos, con un paquete de comida. Esta ayuda estuvo, en mi opinión, bien organizada, y pienso honestamente, que no se discriminaba a nadie. Una buena labor desde el punto de vista moral, sobre todo en aquella terrible situación”.
Culebrón económico que daría, de haber suficientes datos, para toda una nueva saga de pesquisas. ¿Continuará? En la próxima y última: “Cabos sueltos”.
PESQUISAS PRECEDENTES:
¿Qué pasó en el coll de Lli?-1 (A pie o en coche)
¿Qué pasó en el coll de Lli?-2(Un montón de gente)
¿Qué pasó en el coll de Lli?-3 (En punto)
¿Qué pasó en el coll de Lli?-4 (El regreso de Negrín)
RECUERDO QUE QUIENES ENRIQUEZCAN ESTE BLOG CON SUS COMENTARIOS, ENTRARÁN EN SORTEOS BIMENSUALES DE LIBROS Y SUSCRIPCIONES
[i] https://france-inflation.com/prix_depuis_1900_en_france.php
[ii] http://www.diarideguerra.com/fitxa-3-25-92-f42/guerra-civil-a-catalunya/espais-de-lexili-catala/alt-emporda/memorial-de-la-vajol.html#.XuSU1UUzZPY
[iii] El 27.8.36, por decreto, la Generalidad asume:
El control directo del funcionamiento de las sucursales del Bco. España en BCN, TGN, GIR, LL, Reus y Tortosa. Incorporan al Dep. de Finanzas de la Generalitat las Delegaciones de Hacienda del Estado. Se designa comisario en la sucursal de BCN al interventor general de la Generalidad. Ello supuso ingresos de 229M (60 B.Esp.+169 Del. Hac.) hasta 20.11.36, y de 20.11.36 a 30.4.37, de 530M más.
El Gob. De la República, entendía que se trataba de un préstamo, la Generalidad, de un negotiorum gestio, por cuanto atendían a circunstancias propias del Estado. En: ARIAS VELASCO, José. (1977) La Hacienda de la Generalitat, 1931-1938. Barcelona, Ariel. Página 223.
[iv] ANDREU ABELLÓ, Josep. Memòries inèdites. Páginas 229-231. Citado en: ESCULIES, Joan. (2015) Josep Andreu Abelló. Els clarsobscurs del catalanisme. Ed. 1984. Página 171
[v] Las entregas de la Generalitat a la República están extraídas de copias mecanografiadas de los documentos originales de la Consejería de Hacienda, conservados en el Arxiu Pi i Sunyer, y citados en:
VILANOVA I VILABADAL, Francesc. (2001) Als dos costats de la frontera. Relacions polítiques entre exili i interior a la postguerra, 1939-1948. Barcelona, Publicacions de l’Abadia de Montserrat. Páginas 23-24.
[vi] OLAYA MORALES, Francisco. (2004). El expolio de la República. 2ª Ed. Barcelona, Ed. Belacqua. Página 237
[vii] CASTELLS, Víctor. (2005). Nacionalisme català a l’exili (1939-1946). Barcelona, Rafael Dalmau Ed. Página, 26.
[viii] GARCÍA OLIVER, Juan (2015). El eco de los pasos. Biblioteca virtual Omegaalfa. Página, 861
[ix] Comité de Ayuda a España: Notas de Carles Pi i Sunyer, 30.3-1.4.1939), citado en VILANOVA I VILABADAL (2001), Página28.
[x] ARREGI, Cecilio. (1983) ¡Por rojo! Memorias. Bilbao, Estudios Gráficos. Página 172. Citado en: JIMÉNEZ DE ABERASTURI, Juan Carlos. De la derrota a la esperanza. Políticas vascas durante la segunda guerra mundial (1937-1947). Bilbao, IVAP. Página 176-nota.