INTOCABLES – cast
En la India, los intocables son pobres. Aquí, los que son intocables son los ricos.
Hace unos días, pocos días, a los directivos de la CAM, de Caixa Penedés y otras ruinas similares, se les consideraba empresarios, de aquellos que comparten golpecitos en la espalda con Rosell y compañía. Ahora, los podemos calificar, también, de ricos. ¿Pero basta con esta definición? Profundicemos.
¿Son empresarios? Si. Forman parte de aquella clase laboral que se quiere promocionar, llevando a la gente a hacerse autónomos para que se paguen su seguridad y pasar a trabajar como un negro –y a veces en negro -, a las órdenes de alguien como él, de un empresario, pero con poder y ahorro de salarios. Son estos a los que representa la CEOE, Fomento, etc…
¿Son ricos? Quizá ya lo eran antes, pero ahora seguro que lo son. En este caso, pertenecen a aquel grupo a los que ni se puede mencionar, y menos tocar las ventajas fiscales, las capacidades de transmitir bienes, y por descontado a los que no se les puede tocar su actividad especuladora.
Pero, ¿qué más son? A la vista de los resultados de sus entidades, podríamos decir también que son unos incompetentes y unos desaprensivos. Pero continúan siendo empresarios y ricos. ¿O son simplemente unos caraduras? También, pero siguen siendo empresarios y ricos. En cualquier caso, con mucha más protección jurídica, política y social que un receptor del salario mínimo, éste que ahora se congela, o que el titular de una hipoteca de las que ellos promovieron para enriquecerse personalmente.
Se debiera revisar el diccionario. En especial el significado de la palabra TODOS. Cuando se habla de crisis, de los sacrificios que tenemos que afrontar, no es correcto ni cierto utilizar el sujeto TODOS. Se debería decir, por ejemplo, ALGUNOS, o bien, LOS DE SIEMPRE. Pero nunca TODOS.
