LA SEMILLA DEL TERROR
Ante los terribles hechos de Paris del pasado dia 13, surge la reflexión sobre las barbaridades en el ámbito militar. Y en ello destaca la figura de quién ahora se cumplen 40 años de su muerte en la cama: Francisco Franco Bahamonde y sus compañeros de golpe de estado. En efecto, desde tiempo inmemorial las guerras las hacían los soldados. Guiados por mandos a menudo a resguardo, eran los militares los que morían en las batallas. Después, cuando éstas se decantaban por uno de los bandos, sí que entraba en acción el terror sobre los civiles. Se entraba a saco, se violaba o lo que hiciera falta. Era, por decirlo cínicamente, un derecho del vencedor.
¡Ah! Pero llegó una hornada de militares africanistas, habituados a degüellos y salvajadas, y les vino la gran idea: “Si los soldados, en las trincheras, están sufriendo por lo que pueda sucederles a sus madres, esposas o hijos, no lucharán con la misma fuerza”. Y así empezaron los bombardeos de guernika, Barcelona y, por descontado: Madrid. Ya no era la criminal acción de Badajoz, donde se ametralló a miles de personas, los vencidos, en la plaza de toros. Se trataba de atemorizar a la población civil alejada del campo de batalla, antes de dilucidarse ésta. Tal filosofía culminó con los bombardeos, primero de los nazis sobre Londres, y después los de Berlín, Dresden y en especial Hiroshima y Nagasaki. Para forzar la rendición, ya no se trataba de vencer a un ejército, sino de aplastar una población inocente.,
Pero se ha de recordar quién y cuándo puso de relieve esta filosofía criminal (de salvajadas siempre las había habido). Y para ello, nada mejor que leer las palabras del general Emilio Mola, en su “Instrucción Reservada nº 5, de 19 de julio de 1936: “Es necesario crear una atmósfera de terror, hay que dejar sensación de dominio eliminando sin escrúpulos ni vacilación a todo el que no piense como nosotros. Tenemos que causar una gran impresión, todo aquel que sea abierta o secretamente defensor del Frente Popular debe ser fusilado”.
Y para reforzar la información, se puede visionar el VIDEO de 30 segundos, en el que se aprecia la consideración de otro general hacia las mujeres republicanas: Queipo de Llano.
Sí, muchos somos París, pero no olvidemos a los que colaboraron en hacer germinar la semilla que ahora nos intoxica.