MAL NACIDOS

esclaus4Sí, ya sé, pensáis que hablo de los poderosos. La crisis y el discurso de la semana pasada del caballo de Atila podrían justificarlo. Pero no, ¡al contrario!¡Cómo sois! El trabajo de Rajoy ha sido impecable: Ha conseguido someter al país mejor que Franco; con la ayuda de los alemanes, pero de momento sin tanques. ¡Chapeau!

Porqué son ellos: los que aplauden; los que ríen; los que apoyan “muy a su pesar”, son ellos los que consideran nacidos en mala hora a los discapacitados; a los niños sin recursos para una comida caliente; a los vagos parados que rehúsan los numerosos empleos que ellos crean; a los mineros que se empeñan en enterrarse antes de hora en el cementerio que les están construyendo. Si a todos esos –así, con una mueca – les pasa esto -se dicen reconfortados –  es que nacieron en el bando equivocado. Mala suerte.

Reconfortados por sus cursos en las escuelas de élite (que sólo enseñan eso: a comportarse entre la élite y nada más), por las homilías de los hijos (espirituales) de Rouco, sonríen, se abrazan, se dan palmaditas en la espalda, satisfechos por estar en el bando de los buenos, de los bien nacidos. Los otros, ¡pues qué se le va a hacer! Haberse apuntado al Opus, o haberse hecho legionario (o como sea que se llamen después de los escándalos de su fundador).

Claro está que gente elegida por Dios y el destino necesita servidumbre. Pero ésta no les faltará nunca, esbirros incluidos. De la masa ingente de nacidos en mala hora siempre podrán escoger a los que les plazca. Los demás, bueno, para eso parte de la servidumbre luce porra, escudo y casco.

Merece otro escrito el hecho de que en el origen judeocristiano de la dicotomía entre ser un escogido o no serlo, radican muchas de las actitudes actuales. ¿Cómo, si no, puede la ministra Mato sonreír, saliendo de misa, cuando ve un discapacitado al que, mala suerte, no le va a tocar ayuda para el cuidador? ¿Cómo, si no, puede el irrepetible Wert acariciar la cabeza de un infante sabiendo que en pocas semanas no podrá comer en la escuela? Mala suerte. “Que se jodan” como ha dicho la diputada del PP Andrea Fabra el 12 de julio del 2012 en las Cortes. Haber nacido en el bando bueno, o haberse convertido en alguno de sus servidores. Más allá, la nada.

Quizá la única esperanza es que acaben desollándose entre ellos. La ambición, el pertenecer a una élite, es lo que tiene: es insaciable hasta la muerte. Y si no al tiempo.

Bueno, diréis, pero ¿y nosotros? Pues os aconsejo salir a la calle. No por nada, no ha llegado aún la Bastilla, pero es que mientras estamos hablando, los bien nacidos están arrasando nuestras casas y si no salimos estaremos en un grave peligro de extinción.

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